jueves, 17 de noviembre de 2011

Tópicos Literarios


Ubi sunt: (¿dónde están?).

Se usa para preguntar por personalidades y bienes ya desaparecidos.
Este tópico, empleado en numerosas obras literarias medievales y modernas, refleja una filosofía o forma de pensar que fue dominante a lo largo de la Edad Media, y que enlaza con la vida en la tierra como un simple tránsito hacia la vida eterna, la que sigue a la muerte. Entronca ideológicamente con las Danzas de la muerte, en el sentido de entender que al finalizar la vida, la muerte es un elemento igualador.

Un ejemplo excelso de su formulación en lengua castellana se puede encontrar en la obra de Jorge ManriqueCoplas a la muerte de su padre y en "Oda a la vida retirada" de Fray Luis de León.


Locus amoenus: (lugar agradable).
Deriva de Teócrito y de Virgilio y tuvo un gran desarrollo en nuestra poesía bucólica de la Edad de Oro. La descripción del paisaje tiene las mismas características: prados verdes, riachuelos cristalinos, pájaros cantando, árboles con deleitosa sombra. No importa la precisión geográfica, sólo que sea el marco ideal para el amor. Garcilaso y Jorge de Montemayor son buenos exponentes en el uso magistral de este tópico.



Collige, virgo, rosas: ("coge, doncella, las rosas").
Parte de un verso de Ausonio, poeta latino: "Coge, virgen, la rosa" y que es también una incitación a gozar del día, pero aplicado a una mujer. Góngora es otro de los poetas de lo ha manejado en aquel célebre soneto que se inicia con el verso "Mientras por competir con tu cabello...". 



Descriptio puellae: (descripción de la mujer).
 Responde a una fórmula muy conocida de la poesía de la Edad de Oro. El rostro es el centro de esta belleza, se habla de su cabello -rubio-, de su tez, del color blanco, de sus frente, de sus cejas, de sus ojos, de su boca, de su cuello, de sus dientes... Petrarca lo dominó en sus poemas dedicados a Laura, así como Fernando de Herrera, Franciso de Terrazas y otros poetas de nuestro barroco. 


Vita flumen: (la vida como río). 
Es la idea de entender la vida como un río que desemboca en el mar, que es la muerte. Las resonancias son manriqueñas y es un tópico muy hermoso que el propio Machado ha empleado alguna vez. Una variación es el "Homo viator" (hombre viajero) donde se entiende la vida como un camino que nunca ha de volver. Es el todo pasa y todo queda de Antonio Machado o la referencia de Berceo en la introducción a los Milagros de Nuestra Señora, en que compara al hombre con un romero o peregrino. 




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